Para que el movimiento y el frote sean adecuados las relaciones de los dientes superiores con los inferiores deben ser de un componente más horizontal que vertical.
A MAYOR VERTICALIDAD MENOR EFECTIVIDAD DE LA MASTICACIÓN.
El exceso de verticalidad en las relaciones dentomasticatorias se traduce en la ausencia de trituración. Esto sucede en el niño cuando el reflejo de la deglución no se ha desarrollado de manera potente.
En ese momento al niño le cuesta mucho comer y sufre por la tensión que le produce en su sistema masticatorio esa verticalidad. El niño acude a los alimentos hiperblandos y dietas suaves. Cuando se ve obligado a comer carne desarrolla lo que se denomina "BOLA".
Los dientes terminan siendo un obstáculo que impiden la alimentación adecuada.
Esta situación continúa hasta que el niño entrena suficientemente su deglución. Cuando aprende a tragar el problema NO desaparece, solamente CAMBIA de forma.